Reino Unido ha implementado una normativa estricta para frenar la publicidad de comida poco saludable, con el fin de combatir la creciente epidemia de obesidad infantil en el país. Esta medida, que se adelanta a la entrada en vigor oficial, busca proteger la salud de los más jóvenes y promover hábitos alimenticios más sanos.
Toque de queda publicitario y restricciones en promociones
A partir del 1 de octubre de 2025, la publicidad de alimentos con alto contenido en grasas, azúcares y sal, como patatas fritas, chocolates y bebidas azucaradas, tendrá un «toque de queda» digital y televisivo. Esto significa que:
- 🚫 No se permitirá publicidad en internet ni en plataformas digitales.
- 📺 En televisión, los anuncios de estos productos estarán vetados antes de las 9 de la noche.
Además de las restricciones en la emisión de anuncios, la normativa también impacta directamente en las estrategias de venta y promoción de estos productos.
Impacto en supermercados y restauración
Las promociones que incitan a la compra de varias unidades de alimentos poco saludables, como las ofertas de «compra uno y lleva otro gratis», serán eliminadas de los supermercados. Esto aplica tanto a los establecimientos físicos como a las plataformas de compra online. Los bares, cafeterías y otros establecimientos de restauración también tendrán prohibido ofrecer el relleno gratuito de bebidas con alto contenido de azúcar.
Objetivos y beneficios para la salud pública
Esta regulación, impulsada inicialmente por el gobierno conservador y ahora puesta en práctica por el ejecutivo laborista de Keir Starmer, tiene como meta principal revertir las alarmantes cifras de obesidad infantil. Se estima que estas medidas podrían reducir la ingesta calórica anual de los niños en 7.200 millones de calorías, contribuyendo a disminuir la prevalencia de:
- 👶 Obesidad infantil: Actualmente, el 10% de los niños británicos entre 4 y 5 años padece obesidad.
- 🦷 Caries dentales: Uno de cada cinco niños en la misma franja de edad presenta caries debido al alto consumo de azúcares.
La implementación de esta normativa busca no solo mejorar la salud de los más pequeños, sino también generar un impacto positivo en el Servicio Nacional de Salud (NHS), reduciendo a largo plazo los costes asociados a las enfermedades ligadas a la obesidad.
Un precedente internacional en la lucha contra la obesidad
El Reino Unido da un paso firme en la regulación publicitaria, marcando un precedente internacional en la lucha contra la obesidad a través de una estricta limitación de la exposición de los niños a la publicidad de alimentos poco saludables. Esta iniciativa integral busca que los fabricantes reformulen sus productos para reducir las cantidades de grasas y azúcares, fomentando así un entorno más saludable para las futuras generaciones.