El debate sobre el uso de fundas y protectores de pantalla en los smartphones ha sido una constante desde la aparición de estos dispositivos. ¿Es realmente necesario proteger un iPhone con una funda y un protector de pantalla, o su diseño y materiales son suficientes para resistir el uso diario? Un experimento de casi un año con un iPhone 16 Pro sin funda ni protector de pantalla arroja luz sobre esta cuestión, ofreciendo una perspectiva valiosa sobre la durabilidad real de estos dispositivos.
La Prueba de Resistencia Extrema
Durante 350 días, un iPhone 16 Pro fue sometido a un uso intensivo sin ninguna protección adicional. Este experimento buscaba determinar qué tan bien resiste el dispositivo el desgaste constante y los accidentes cotidianos. A diferencia de un uso cuidadoso, el iPhone fue expuesto a caídas en diversas superficies como concreto, madera y azulejos, e incluso a una caída «fea» en la calle. Además, fue sumergido en agua para tomar fotos, llevado a la playa, a caminatas y expuesto a condiciones climáticas extremas.
Lo más sorprendente de esta prueba fue la resistencia de la pantalla y la parte trasera del iPhone. A pesar de las múltiples caídas, el cristal nunca se estrelló, ni por delante ni por detrás. Esto contrasta con experiencias previas donde iPhones con funda sí sufrieron roturas de pantalla. El titanio del iPhone 16 Pro demostró una notable capacidad para absorber impactos, aunque cada golpe dejó su huella visible en las esquinas del dispositivo.
Desgaste Visible: Rayones y Marcas
Si bien la resistencia a las caídas fue impresionante, el punto débil del iPhone sin funda resultó ser la pantalla. Los rayones fueron una constante, apareciendo consistentemente con el uso diario, especialmente en los bordes y en el centro de la pantalla. Estos microrasguños, aunque apenas perceptibles con la pantalla encendida, se hacen muy evidentes cuando la pantalla está apagada y bajo la luz.
El «Ceramic Shield» de Apple, diseñado para mejorar la resistencia a caídas, parece tener una contrapartida: una mayor susceptibilidad a los rayones. Esto se debe a la relación inversa entre la dureza del cristal y su resistencia a la rotura; un cristal más resistente a impactos tiende a ser más propenso a rayarse.
Comparativa con un iPhone Protegido
Para una evaluación más completa, se comparó el iPhone sin funda con otro iPhone 16 Pro del mismo modelo y color, utilizado con funda y protector de pantalla durante el mismo período. A simple vista, ambos dispositivos podían parecer similares, pero al observar de cerca, las diferencias eran notables.
- Esquinas: El iPhone sin funda presentaba golpes y abolladuras visibles en casi todas sus esquinas, mientras que el iPhone con funda se mantenía impecable.
- Pantalla: La pantalla del iPhone protegido estaba libre de rayones, luciendo como nueva, a diferencia de la pantalla del iPhone sin funda, que mostraba múltiples marcas.
- Aros de la cámara: El iPhone sin funda mostraba más desgaste alrededor de los aros de las cámaras, posiblemente debido a la acumulación de polvo y la falta de protección.
Conclusiones y Recomendaciones
El experimento demuestra que un iPhone moderno, como el iPhone 16 Pro, posee una durabilidad sorprendente y puede sobrevivir perfectamente sin funda en términos de funcionalidad. Sin embargo, el costo de esta libertad es el desgaste visual. El teléfono envejece mucho más rápido estéticamente, acumulando rayones y golpes que afectan su apariencia.
Para aquellos que consideran no usar funda, se presentan las siguientes recomendaciones:
- Si planeas vender el iPhone: Es crucial usar funda y protector de pantalla para mantener su valor de reventa. Un iPhone en perfecto estado es mucho más fácil de vender.
- Si planeas conservar el iPhone por años: Considera usarlo sin funda, pero invierte en un buen protector de pantalla. Existen protectores que son casi imperceptibles y protegen la pantalla de los rayones.
- Apple Care: Contratar Apple Care puede ser una buena inversión, especialmente si decides no usar funda, ya que ofrece cobertura ante daños accidentales.
En última instancia, la decisión de usar o no funda y protector de pantalla depende de las prioridades individuales. Si la estética y el valor de reventa son importantes, la protección es fundamental. Si la experiencia de uso «al natural» y la durabilidad funcional son lo primordial, el iPhone puede sorprender gratamente, aunque con cicatrices de batalla.